Este viernes se juntaron dos cosas que me recuerdan lo que me gusta mi trabajo: Fotografiar a familias y una sesión preboda.
Miguel y Silvia a pocos días de su boda, compartieron conmigo un bonita tarde llena de momentos dulces, hicieron que me olvidase de que estaba trabajando y realmente pude disfrutar con ellos (que son como una enciclopedia de animales y campo), me mostraron la relación que tienen con sus mascotas y un lugar que para ellos tiene un valor en sus recuerdos: La Centena.
La verdad es que no tengo que buscar sentido a todo aquello en lo que trabajo, porque el poder compartir días como este con las parejas que han confiado en mi, para el reportaje de boda, hace que entienda que la vida es AMOR: El que sentimos, compartimos, irradiamos y ponemos en cada una de nuestras acciones.
Os dejo un pequeño resumen y deseo que os guste.
Nos vemos en unos días un vuestra boda…